Cuando hablamos de los planes de pensiones todos los asociamos a una forma de asegurarse una pensión complementaria que añadida a la pensión pública pueda garantizar mantener el nivel de vida una vez jubilados. Este plan conocido comúnmente como de pensiones es lo que vamos a llamar una renta financiera. Su funcionamiento es de sobra conocida por todos, a través de unos aportes al plan que suponen una inversión que puede aumentar su valor, conseguiremos un ahorro que el día que nos jubilemos podremos ir recuperando de golpe o poco a poco. De esta forma nos aseguramos una renta el día que nos jubilemos hasta que se termine dicho ahorro. Pues bien, existe otro tipo de producto financiero llamado renta vitalicia que garantiza un ingreso regular para toda la vida, y no hasta que se termine la cantidad ahorrada. ¿Quieres saber cómo funcionan? ¡En el blog de Prodisegur tu correduría de seguros en Illescas y Toledo te lo contamos!
¿En qué consiste este tipo de rentas?
Si en una renta financiera habitual tu tienes un ahorro y lo vas recuperando hasta que se agote, en la vitalicia no es esto lo que sucede exactamente. En este tipo de rentas el seguro establecerá una aportación fija al plan y una cantidad a cobrar mensualmente el día que te jubiles. Esta pensión complementaria se mantendrá hasta el día del fallecimiento de la persona que la ha contratado. Es decir, para toda la vida.
¿Entonces ese dinero aportado en caso de fallecer?
Si te preocupa que tu cónyuge o tu descendencia pueda perder ese dinero aportado existen varias opciones. Las rentas vitalicias con reversión comprometen a la aseguradora a continuar pagando la renta periódica a otra persona designada, comúnmente el cónyuge.
También existe lo que se conoce como contraseguro, que es la designación de unos herederos que recibirán una cantidad relacionada con todo el ahorro que aportó la persona que lo había contratado.