Según el portal inmobiliario idealista, a finales de 2019, 3,4 millones de hogares vivían de alquiler en España. Realizando un cálculo sencillo, atribuyendo a cada hogar una media de dos inquilinos, estamos hablando de que casi siete millones de personas son arrendadoras del lugar en el que viven. No es, por tanto, asunto baladí hablar del seguro para inquilinos.
Este es un producto pensado para proteger a todo aquel que alquile una vivienda porque, y esto es importante matizarlo, el seguro del hogar de tu arrendador no te protege ni a ti, ni a tus efectos personales (en principio).
Si sobre la vivienda recae una hipoteca, tendrá un seguro del hogar que la cubra. Esto es así por ley, pero que exista dicho seguro no garantiza que tus bienes materiales estén protegidos en caso, por ejemplo, de robo.
¿Qué es el seguro para inquilinos?
Es una adaptación de la póliza del hogar, en este caso, a las necesidades del alquilado. Independientemente de que el inmueble arrendado posea o no un seguro del hogar, el inquilino es el responsable de toda eventualidad que ocurra en la vivienda.
¿En qué me beneficia contratarlo?
Hay cuatro puntos importantes bastante interesantes que te pueden llevar a plantearte su contratación.
- Responsabilidad civil. Como hemos dicho, eres responsable de todo lo que ocurra en el inmueble durante el tiempo que dure el contrato de arrendamiento. Por lo que te conviene tener una garantía que te proteja en caso de dejarte un grifo abierto que degenere en gotera al piso de abajo, un pequeño incendio por culpa de un cigarrillo, etc… Es decir, cualquier cosa que pudiese causar un deterioro de la vivienda. De no tener contratada una póliza, el pago de los desperfectos corren de tu cuenta.
- Cobertura en caso de robo. El seguro de tu arrendador no cubre tus posesiones, por lo que, si tiene lugar un robo, no tienes nada que hacer, salvo esperar a que las autoridades den con el ladrón. Con la póliza para inquilinos, aseguras los bienes materiales que desees.
- En caso de inhabitabilidad de la vivienda. Si un incendio, por ejemplo, o la inundación por la rotura de una cañería, hacen inviable el desarrollo normal de la vida en el inmueble, el inquilino tiene que buscar un lugar temporal donde alojarse. En esta situación, el seguro se encarga de cubrir los gastos derivados de ello.
- Si tu casero no quiere devolverte la fianza. Esta contingencia tiende a ser cada vez más habitual. Los seguros para inquilinos suelen incluir la cobertura de recuperación de fianzas. Esta cobertura garantiza su reclamación a tu casero tanto de forma amistosa, como de forma judicial, en caso de ser necesario.
¿Es obligatoria su contratación si alquilo una vivienda?
La contratación de un seguro de inquilino no es obligatoria. Pero es recomendable hacerlo si no quieres correr con gastos derivados de según qué siniestros, además de tener tus bienes protegidos.