Seguro que has leído u oído decir que las pensiones pasarán a ser un recuerdo en el futuro, ya que, debido al gasto actual y la escasa cotización, la existencia de este pago está en peligro. Esto, como seres humanos que somos, nos lleva a pensar en qué hacer con nuestro dinero. Unos optan por guardar “bajo el colchón” una cantidad que aumenta regularmente cada mes a fin de tener un ahorro imperdible, mientras que otros prefieren lanzarse a invertir en bolsa o en bienes inmobiliarios, probar suerte con loterías o, incluso, entrar en el blockchain. Pero, ¿y los seguros de ahorro?
Si duda, todas son opciones que pueden incrementar sus ingresos (no sin cierto riesgo). Lo curioso es que rara vez se plantean otra vía que ofrece una rentabilidad garantizada: los seguros de ahorro.
Pero, ¿qué son los seguros de ahorro?
Son productos que comercializan las aseguradoras. Estos productos ofrecen una rentabilidad garantizada o estimada, al cabo de un tiempo X determinado.
Por lo general, los seguros de ahorro invierten en activos financieros conservadores (esto quiere decir que buscan preservar el capital y superar la inflación).
Son productos muy flexibles, en cuanto a que puedes adaptar las aportaciones a tus necesidades en cada momento (cuantía, periodicidad de pago, aportaciones extras…) y líquidos, ya que, a diferencia de los planes de pensiones, tendrás tu dinero disponible a partir del primer año.
¿Qué aspectos debo tener en cuenta si quiero contratar un seguro de ahorro?
El principal aspecto a considerar, y que es necesario conocer, es que un seguro de ahorro no es un depósito, aunque coincida con algunas características de los depósitos a plazo fijo.
Además, existen varios tipos de seguros de ahorro que se ajustan a las necesidades de cada asegurado, a su perfil de inversión, y hasta con posibles ventajas fiscales dependiendo de cada caso.